A través de la historia, cuando el hombre piensa
en una civilización en una época determinada, la
relaciona, inevitablemente, con su arte. De manera
que, decir Egipto y pensar en las pirámides es una
asociación obligada, y esto se explica porque el
arte resume y expresa las características espirituales
y sociales de un grupo humano y es fuente de
orgullo para los pueblos.
Además, desde los tiempos primitivos el hombre
se ha expresado a través de sus manifestaciones
artísticas, por eso el estudio de sus creaciones
resulta en sí mismo un análisis sociohistórico de
incalculable valor, no sólo para entender la evolución
del arte, sino para comprender el desarrollo
del pensamiento humano y la construcción de su
mundo.
Por ello, el propósito que nos guía al publicar
nuestra revista Sector 7 es abordar, sin prejuicios
ni tendencias de ninguna clase, conceptos como
el goce artístico, la óptica estética y la apreciación
del arte, en la obra y en las letras de sus creadores.
Así que, al hablar del quehacer artístico en cualquiera
de sus expresiones: literatura, pintura, arquitectura,
danza, música, escultura o el llamado séptimo
arte, el cine, y otras manifestaciones artísticas,
lo haremos de tal manera que nuestros lectores
podrán adentrarse en el fascinante mundo del arte
con una perspectiva amplia, sencilla y clara que les
permitirá navegar en el mar de la imaginación e inspiración
que llevó a los autores a crear su obra.
La Unesco, en 1982, declaró:
“La cultura hace de nosotros seres específicamente
humanos, racionales, críticos y éticamente
comprometidos. A través de ella discernimos los
valores y efectuamos opciones. A través de ella
el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo,
se reconoce como un proyecto inacabado,
pone en cuestión sus propias realizaciones, busca
incansablemente nuevas significaciones, y crea
obras que lo trascienden.”
Esta es la oferta de : enlazar, proponer,
exponer, analizar, sugerir, motivar y coadyuvar con
responsabilidad, entre los hacedores del arte y la
cultura, así como la de difundir la obra que los artistas
regionales, mexicanos y extranjeros nos han legado
y que forma parte del expediente que se encuentra
contenido en la vasija de la vida.
en una civilización en una época determinada, la
relaciona, inevitablemente, con su arte. De manera
que, decir Egipto y pensar en las pirámides es una
asociación obligada, y esto se explica porque el
arte resume y expresa las características espirituales
y sociales de un grupo humano y es fuente de
orgullo para los pueblos.
Además, desde los tiempos primitivos el hombre
se ha expresado a través de sus manifestaciones
artísticas, por eso el estudio de sus creaciones
resulta en sí mismo un análisis sociohistórico de
incalculable valor, no sólo para entender la evolución
del arte, sino para comprender el desarrollo
del pensamiento humano y la construcción de su
mundo.
Por ello, el propósito que nos guía al publicar
nuestra revista Sector 7 es abordar, sin prejuicios
ni tendencias de ninguna clase, conceptos como
el goce artístico, la óptica estética y la apreciación
del arte, en la obra y en las letras de sus creadores.
Así que, al hablar del quehacer artístico en cualquiera
de sus expresiones: literatura, pintura, arquitectura,
danza, música, escultura o el llamado séptimo
arte, el cine, y otras manifestaciones artísticas,
lo haremos de tal manera que nuestros lectores
podrán adentrarse en el fascinante mundo del arte
con una perspectiva amplia, sencilla y clara que les
permitirá navegar en el mar de la imaginación e inspiración
que llevó a los autores a crear su obra.
La Unesco, en 1982, declaró:
“La cultura hace de nosotros seres específicamente
humanos, racionales, críticos y éticamente
comprometidos. A través de ella discernimos los
valores y efectuamos opciones. A través de ella
el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo,
se reconoce como un proyecto inacabado,
pone en cuestión sus propias realizaciones, busca
incansablemente nuevas significaciones, y crea
obras que lo trascienden.”
Esta es la oferta de : enlazar, proponer,
exponer, analizar, sugerir, motivar y coadyuvar con
responsabilidad, entre los hacedores del arte y la
cultura, así como la de difundir la obra que los artistas
regionales, mexicanos y extranjeros nos han legado
y que forma parte del expediente que se encuentra
contenido en la vasija de la vida.
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